Durante mucho tiempo nos ha acompañado una idea muy acotada de la geometría simplificada al reconocimiento de algunas formas regulares planas con nombre propio como el cuadrado, el rectángulo, el triángulo y el círculo, así como el reconocimiento de otras formas con volumen como el cubo, el prisma, la esfera y la pirámide.

Con estos propósitos los niños amplían su vocabulario asociando estas nuevas palabras a imágenes ancladas en las diferentes experiencias dadas. Pero no será hasta que estas palabras se hayan interiorizado que aparecerán de forma natural dentro de su discurso como palabras propias desvinculadas de las propuestas de vocabulario concreto.

La ampliación del vocabulario en un momento madurativo donde está evolucionando significativamente su capacidad de expresión y de razonamiento, pide al adulto acompañante que lo haga relajadamente … ¿A qué me refiero con esta afirmación? El adulto puede usar un vocabulario rico y ofrecer propuestas cuidadas y mimadas donde todo este vocabulario sea un elemento clave, pero debe poder ver que si este vocabulario no es común en el entorno del niño será difícil que llegue a integrarlo dentro del «almacén de palabras» con que construye expresión el niño. Que el adulto incluya este vocabulario dentro del aula en la creación de historias matemáticas, conversaciones, adivinanzas, etc. Ayudará a sobrepasar los límites del tiempo y del espacio de toda bonita propuesta.

Solemos encontrar dentro de las aulas de infantil: colecciones y exposiciones de objetos traídos de casa con estas formas, fotografías hechas por aquí y por allá de objetos del entorno cercano buscando las formas de las figuras planas y algunos cuentos donde los protagonistas dan vida a estas formas haciendo que sus características les provocan varias aventuras …
Aportaré con esta entrada un enfoque que mira hacia propuestas cortas para hacer en pequeño grupo y donde conviven las formas regulares e irregulares.

Yo procuro ofrecer propuestas donde la figura plana y el cuerpo con volumen se muestran de forma conjunta ya que lo plano acostumbra a estar vinculado a un volumen concreto. Es la impresión, la sombra, el hueco que deja el cuerpo con volumen el que dará muchas veces vida a la figura plana.

PROPOPROPUESTA: ¿QUIÉN HA DEJADO ESTE RASTRO?

Preparo una mesa con cuatro taburetes que acogerán la exploración de cuatro niños ante el reto de averiguar quién ha dejado el rastro impreso en su bandeja.

En este tipo de propuesta tanto podemos ofrecer la impresión de las caras de los cuerpos geométricos regulares como impresiones de figuras irregulares donde las huellas de los animales, la impresión de los fósiles, la impresión de hojas diferentes les cautivará la emoción y habrá que averiguar ¿quién ha dejado ese rastro?

Con las huellas de los animales incluso hay quien expresa la dirección en que el animal se ha desplazado por la bandeja.

En la impresión de las caras de las figuras con volumen hay quien expresa que se han impreso dos figuras diferentes ya que la pirámide se asocia mucho al triángulo y ver un cuadrado impreso les hace pensar que no pertenece a la misma figura.

La misma propuesta la podemos ofrecer con un teatro de sombras o un retroproyector.

PROPUESTA: ¿QUÉ HAY DENTRO DEL SACO?

Reconocer la forma de la figura plana dentro de un saquito opaco requiere que el sentido del tacto recorra el perímetro de la figura y siguiéndola analice ¿cómo son sus lados ?, ¿cuántos lados tiene ?, ¿tienen los lados la misma longitud ?, etc.

Reconocer la forma de la figura con volumen dentro de un saquito opaco requiere que el sentido del tacto toque la superficie de la figura y reconozca el tipo de caras, la forma de las caras, la existencia de aristas, vértices, etc.

Si los niños han manipulado suficientes objetos con estas formas les resultará sencilla la identificación del objeto escondido recorriendo puramente al mundo sensorial sin necesidad de mucho análisis.

Si queremos ofrecer más análisis transformaremos la propuesta en un juego de adivinar la figura escondida en base a la descripción de su forma o bien respondiendo sí o no a las preguntas relacionadas con las características geométricas.

PROPUESTA: HISTORIAS MATEMÁTICAS

Las historias matemáticas nos siguen ofreciendo situaciones cortas, llenas de geometría y de razonamientos lógicos.

Os animo a leer la entrada dedicada a las Historias matemáticas para poder entender más este delicioso recurso.

En este ejemplo hay tres mechones de lana de diferentes colores: MORADO, AMARILLO, VERDE escondidos dentro de estas cajas que tienen forma de prisma.

Unas consignas geométricas, anunciadas una a una por el adulto, permitirán la resolución de la historia matemática. Los niños indicarán sus respuestas con la bolita de lana del color correspondiente y luego podrán comprobar el acierto de sus respuestas abriendo las cajitas.